jueves, 1 de julio de 2010

GANADOR II CERTAMEN RELATOS BREVES “DÍAS DE VINO”

"El descubrimiento de Dionisos", de Ascensión Luque, gana el II Concurso de Relatos Breves “Días de Vino en Balcones de Oleana”


Desde Balcones de Oleana, hemos valorado con mucho cariño todas las obras presentadas al II Concurso de Relatos Breves “Días de Vino”. Recordamos también que el autor del relato más votado en el blog "El beso dulce" recibirá un lote de vinos.

Muchas gracias a todos los participantes. A continuación os dejamos con el relato ganador.

EL DESCUBRIMIENTO DE DIONISOS

Dionisos vivió una feliz infancia en la selva y la campiña, rodeado de ninfas, silenos y sátiros. Sin embargo, a medida que crecía únicamente se dedicaba a presidir fiestas desenfrenadas. Su padre, Zeus, pensó que debía realizar algo más productivo que bailar, danzar y tocar la flauta.

Dionisos decidió emprender un viaje. Durante meses visitó diferentes países. Pero estaba aburrido porque nada llamaba su atención. Hasta que un buen día, se detuvo en un pueblo llamado Requena. Caminó por sus campos y descubrió una planta de tronco retorcido y frutos en bayas. Tomó uno de sus redondeados frutos y le gustó su delicado jugo. Y, de pronto, tuvo la genial idea de transformar aquel fruto, al que llamó uva, en vino.

Conoció a campesinos de Utiel y de Requena que trabajaban en sus viñedos y les contó su invento. Con amabilidad, aquellas gentes le ayudaron y elaboraron secretamente una bebida jamás probada hasta entonces. Los recolectores transportaban el mosto en ánforas y tinajas. Después, con un cedazo lo colaban para retirar las impurezas. Con gran sabiduría aquellos trabajadores aprovechaban el poso resultante y alimentaban a su ganado. Las gentes del lugar estaban más alegres desde que apareció allí Dionisos. Por ello, construyeron para él una hermosa casa con balcones. A Dionisos le gustó tanto su nuevo hogar, digno de dioses, que la llamó "Balcones de Oleana".

Se organizaron unas fiestas para celebrar que el vino había madurado óptimamente durante el invierno. Las damas bebían seducidas por el dulce vino, los hombres llenaban sus copas del ánfora donde Dionisos había vertido aquel jugo misterioso.

Zeus, desde el Olimpo, descubrió el bien que había hecho su hijo. Por ello, le coronó con pámpanos como dios de los viñedos y del vino.

Dionisos estaba tan agradecido a aquellas gentes que les prometió que solamente en aquel lugar crecería una uva especial llamada bobal que le brindaría un vino exclusivo. Dionisos había legado a la posteridad un bien imperecedero: la vitivinicultura.

Ascensión Luque Manzano, Estepa (Sevilla)

No hay comentarios:

Publicar un comentario